El consumo de huevos en la infancia no solo es beneficioso, sino que también es importante elegir la forma adecuada de prepararlos para maximizar sus beneficios nutricionales.
Vittoria Amaya, nuestra nutricionista del mes en ConHuevos.com.sv, nos explicó la importancia del cuidado de la preparación y la versatilidad que el huevo ofrece.
Prepararlos revueltos, duros o estrellados son algunas de las mejores opciones, nos dijo. Esto ya que conservan la mayor cantidad de nutrientes sin añadir grasas innecesarias.
Además, nos recomendó acompañarlos con vegetales. Entre ellos mencionó las espinacas, hongos o tomates. Con ello, dijo, añadimos más vitaminas y sabor, logrando así un plato balanceado y completo.
“Una de las principales ventajas del huevo frente a otras fuentes de proteína es su alta digestibilidad. El huevo contiene todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para el crecimiento y desarrollo, lo que lo convierte en una de las fuentes de proteínas más completas”, expuso Amaya.
La experta nos aclaró que, a diferencia de la carne, los huevos son más fáciles de digerir y ofrecen una densidad de nutrientes por porción que incluye vitamina B12 y hierro, claves para la salud infantil. Además, son asequibles y versátiles en la cocina, lo que facilita su inclusión regular en las comidas familiares.
Por si fuera poco, los huevos contienen vitamina D, un nutriente clave para la salud ósea, que no se encuentra presente en la carne. Este aspecto es especialmente relevante, ya que la vitamina D ayuda en la absorción del calcio, fundamental para el desarrollo de los huesos en los niños.
En conclusión, los huevos son un superalimento en la dieta infantil. Su combinación de proteínas completas, vitaminas y minerales los convierte en un aliado en el crecimiento y desarrollo de los niños. Además, su versatilidad en la cocina y su asequibilidad hacen que sean una opción fácil de incluir en cualquier comida.