El huevo no solo es un alimento versátil, también es uno de los mejores aliados para la salud cerebral desde los primeros años de vida. Durante el embarazo y la infancia, la colina presente en los huevos contribuye al neurodesarrollo y la formación de conexiones neuronales que serán la base de las habilidades cognitivas futuras.
Pero sus beneficios no se detienen ahí. A lo largo de la vida, los huevos proporcionan luteína y zeaxantina, antioxidantes que se acumulan en el cerebro y ayudan a reducir el daño oxidativo, uno de los principales factores que acelera el envejecimiento cerebral. Estos compuestos se asocian con una mejor memoria visual, agilidad mental y protección frente al deterioro cognitivo.
Por si fuera poco, las proteínas de alta calidad del huevo aportan aminoácidos esenciales para la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, fundamentales para el equilibrio emocional y la comunicación entre neuronas.
En pocas palabras: desde la gestación hasta la adultez, los huevos ofrecen nutrientes que construyen, protegen y fortalecen el cerebro en cada etapa de la vida.
Sobre la cantidad recomendada de ingesta, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) señala que el consumo de hasta dos huevos diarios es completamente seguro, sano y libre de riesgo para la salud humana.
Al respecto, la Universidad Autónoma de México (UNAM) afirmó que la ingesta de esa cantidad no es dañina. La institución resalta que el huevo es “uno de los alimentos más completos y de costo accesible”. Asimismo, reitera que constituye “una fuente de nutrición en cualquier edad”.
Así que ya lo sabes: ¡Disfruta de los beneficios que este superalimento aporta al organismo! ¡Los huevos son vida!