El huevo es un alimento muy completo. Su consumo aporta cantidades significativas de numerosos nutrientes esenciales para nuestro organismo. Pero no solo eso, son fáciles de absorber y utilizar. Y si eso fuera poco, también aporta otras sustancias bioactivas con efectos positivos sobre nuestra salud.
Al respecto, conversamos con la licenciada Xóchilt Palacios, de @nutrixosv, para ahondar un poco más sobre la calidad del huevo y por qué es considerado un superalimento. La nutricionista fue clara en señalar que el huevo representa un tesoro nutricional.
Palacios destacó es que el huevo posee un alto contenido de proteínas y que estas tienen el efecto saciante en nuestro organismo.
Palacios explicó que el huevo es una fuente apreciable de vitamina A, pues 100 gramos de parte comestible aportan un 28.4 % de la cantidad diaria recomendada. Pero no es la única vitamina que aporta.
El huevo es un recipiente de vitamina D (36 % de cantidad diaria recomendada), vitamina E (15.8 %), riboflavina (26.4 %), niacina (20.6 %), ácido fólico (25.6 %), vitamina B12 (84 %), biotina (40 %), ácido pantoténico (30 %), fósforo (30.9 %), hierro (15.7 %), zinc (20 %) y selenio (18.2 %), añadió la nutricionista.
“Ello hace del huevo un alimento nutricionalmente denso: rico en componentes nutritivos y con muy pocas calorías”, agregó.
¿Qué parte del huevo alimenta más? ¿La clara o la yema?
De acuerdo con el documento “100 preguntas sobre el huevo”, del Instituto de Estudios del Huevo (IEH), la composición nutricional de la clara y la yema es diferente. “En la clara se encuentra más de la mitad de las proteínas del huevo y de la vitamina B2 del huevo. En la yema se encuentran el resto de proteínas y vitamina B2, y casi todos los nutrientes del huevo. La combinación de clara y yema hace que el huevo sea un alimento con muchos nutrientes”, explica.
La licenciada Xóchilt Palacios agregó que en el huevo, aproximadamente un 30 % de su peso está constituido por la yema, el 60 % por la clara y un 10 % por la cáscara.
“Los componentes nutricionales están heterogéneamente repartidos, existiendo importantes diferencias entre la clara y la yema. La grasa, el colesterol y algunos micronutrientes se encuentran en la yema. La clara, sin embargo, está formada principalmente por agua (88 %) y proteínas (11 %), siendo la ovoalbúmina la más importante. El contenido de algunos minerales y el de vitaminas hidrosolubles es también comparativamente mayor en la yema”, explicó a ConHuevos.com.sv